No sé verdaderamente donde estás
aunque el mar me haya contado de sus
imperios de sus grandezas y de las ciudades,
que lo rodean
de las olas cuando bañan la orilla,
y de tus caminatas por la arena,
le hablé de ti y se sintió pequeño,
si tu felicidad depende del mar,
disfruta del mar, el tambien es mi amigo
aunque no me hable, el sabe
como te ha de cuidar,
si las sirenas te cantan, no las escuches
son seres mitológicos que te pueden encantar,
y llevarte a mundos lejanos con solo su
canto escuchar,
si tu felicidad depende de la vida, ¡vive!
vive, pero vivela bien, para que nada te la pueda
arruinar, no hay nada peor que una vida
mal vivida, que no la puedas ni contar
vive, no importa con quien la quieras disfrutar
sin hacer daño a la gente que te quiera de verdad,
ser féliz es una condición humana, de la conciencia
y nada más,
Si tu felicidad depende del amor, ¡ama! pero
ama sin condicion, ama de verdad y con todo
tu corazón, ama a tu madre porque el ser te dió
ama a todos los seres que con tu sangre le has
dado amor, porque el amor es un milagro
que nos ha regalado dios!
Toda tu felicidad y bienestar depende de Dios!!
entonces eres feliz porque el nunca te fallará,
Vive, como los peces, vive como las bestias,
vive como los pájaros, pero ama como un ser
humano, fué el regalo que dios nos obsequió!!
.No se verdaderamente donde estás
Y al mar le hablé de ti y todavia se sintió pequeño!!
Penelope Higuerey
lunes, 26 de julio de 2010
volviendo al pasado
Vengo retrocediendo pasos...,
imaginando situaciones...,
diálogos, escenas...
Transportándome a un pasado,
siempre cercano en el tiempo...
Transfiriendo hacia el futuro
improbables o posibles escenarios...,
y van surgiendo a borbotones
reclamos, doloridos, silenciados.
Que volverán a su cauce
de oscuridad y mutismo.
No pasa la dignidad ni el respeto
por un reclamo tardío.
No vuelven a su lugar las lágrimas
que ya mojaron un rostro.
Sólo quedan pensamientos,
sentimientos, dudas, miedos.
Haciendo paquetes prolijos
que deshojará el olvido,
de aquel que sólo tenia
los sentimientos dormidos.
Todos somos prescindibles.
Todos somos prescindentes.
En cada figura que llega
el mismo juego se impone.
Alguna habrá que detenga
el silente pasatiempo.
Esa, seguro, será quien ocupe
el espacio definido.
Las otras, todas, ¡¡tantas!!,
apenas hojarasca de un tiempo vivido
en el que los sentimientos
estuvieron dormidos...
Las otras, todas, ¡¡tantas!!
pierden el nombre en la sombra.
No alcanza para ellas
ni el tiempo, ni la distancia
imaginando situaciones...,
diálogos, escenas...
Transportándome a un pasado,
siempre cercano en el tiempo...
Transfiriendo hacia el futuro
improbables o posibles escenarios...,
y van surgiendo a borbotones
reclamos, doloridos, silenciados.
Que volverán a su cauce
de oscuridad y mutismo.
No pasa la dignidad ni el respeto
por un reclamo tardío.
No vuelven a su lugar las lágrimas
que ya mojaron un rostro.
Sólo quedan pensamientos,
sentimientos, dudas, miedos.
Haciendo paquetes prolijos
que deshojará el olvido,
de aquel que sólo tenia
los sentimientos dormidos.
Todos somos prescindibles.
Todos somos prescindentes.
En cada figura que llega
el mismo juego se impone.
Alguna habrá que detenga
el silente pasatiempo.
Esa, seguro, será quien ocupe
el espacio definido.
Las otras, todas, ¡¡tantas!!,
apenas hojarasca de un tiempo vivido
en el que los sentimientos
estuvieron dormidos...
Las otras, todas, ¡¡tantas!!
pierden el nombre en la sombra.
No alcanza para ellas
ni el tiempo, ni la distancia
Verdadero amor
¿Qué nos da por pensar
que el amor es como queremos?
Y creamos a un ser ideal,
tan irreal como nunca seremos.
¿Qué nos da por creer
que el cielo y el mar se mezclarán,
y que un día en el momento perfecto,
todos nuestros sueños se realizarán?
¿Qué me ha dado a mí por escribir
tu nombre en cualquier papel?
Y por dentro me ha de deprimir
que tú nunca lo vas a saber.
Pero quizá nuestro esfuerzo es en vano,
porque buscamos los gustos perfectos
que esa persona anhela, y nos hace daño
el no ser como quiere y nos sentimos imperfectos.
Sé tú mismo todo el tiempo,
porque el amor nunca daña.
¿Qué más da si sopla el viento?
Este amor nunca falla.
Aún sintiendo tantas inquietudes,
esa persona no te verá imperfecto,
pues si te ama transformará en virtudes
lo que antes fueron defectos.
Cecilia Tapia
que el amor es como queremos?
Y creamos a un ser ideal,
tan irreal como nunca seremos.
¿Qué nos da por creer
que el cielo y el mar se mezclarán,
y que un día en el momento perfecto,
todos nuestros sueños se realizarán?
¿Qué me ha dado a mí por escribir
tu nombre en cualquier papel?
Y por dentro me ha de deprimir
que tú nunca lo vas a saber.
Pero quizá nuestro esfuerzo es en vano,
porque buscamos los gustos perfectos
que esa persona anhela, y nos hace daño
el no ser como quiere y nos sentimos imperfectos.
Sé tú mismo todo el tiempo,
porque el amor nunca daña.
¿Qué más da si sopla el viento?
Este amor nunca falla.
Aún sintiendo tantas inquietudes,
esa persona no te verá imperfecto,
pues si te ama transformará en virtudes
lo que antes fueron defectos.
Cecilia Tapia
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